El taller - Volutad e imaginación
A veces a uno se le ocurren cosas de la forma mas inesperada en un momento aparentemente banal. Un día estaba yo haciendo no se qué en no se dónde, solo me acuerdo que había una tele y en ella un reportaje, no se de que iba porque no estaba viéndolo, estaba a otras cosas. Sólo me acuerdo de que en un fugaz vistazo a la tele, vi cómo había un plano de un frutero lleno de frutas: plátanos, peras, manzanas, uvas que habían filmado durante varios días y ahora lo estaban poniendo a cámara rápida por lo que se apreciaba cómo rápidamente la fruta pasaba de estar fresquita a pudrirse completamente. Se veía cómo se iba ennegreciendo y se iba chupando y consumiendo hasta quedarse en una especie de masa informe y negra. Me acuerdo que en esos momentos hice el siguiente razonamiento: es curioso ver esto de la fruta, parece que todo vaya en contra de la vida, es decir: las leyes del universo que tienden al equilibrio tienden a destruir lo que tiene vida. O lo que es lo mismo pero visto desde otro punto de vista: la vida va en contra de las leyes del universo, las desafía. Y es cierto. Desde que nacemos, nos estamos muriendo; parece que la vida es en el fondo una auténtica lucha ‘contra los elementos’. Desde este punto de vista yo llego a la conclusión de que hay algo muy importante para los seres vivos: la voluntad. Porque es la energía que nos mantiene con vida. La voluntad nos hace comer, beber, huir del peligro, reproducirnos, etc. Aunque este tipo de voluntades que acabo de decir son mas bien ‘instintivas’, algo así como que están genéticamente inculcadas en los seres vivos. En el caso del hombre, la voluntad toma un valor añadido puesto que puede ser inteligentemente gestionada.
Esto es muy importante puesto que si podemos gestionar inteligentemente nuestra voluntad, quiere decir que podemos decidir cuales son nuestras necesidades y cómo saciarlas, cuales son nuestros peligros y como abordarlos, etc. En teoría debería ser así, pero la realidad es que esas voluntades instintivas muchas veces ‘nos pueden’ y digamos que la voluntad inteligente queda sumisa ante las voluntades instintivas. De hecho la pirámide de Maslow de la que se habló en el post Libertad para elegir quien quiero ser y La pirámide de Maslow de este mismo blog, parece que da por sentado que las necesidades instintivas son las que priman ante una voluntad inteligentemente gestionada que decidiría cuales son las necesidades.
Pat, en este post plantea muy bien como la voluntad inteligente puede darse cuenta de que las voluntades instintivas están ciegas y que hay otra manera, otro punto de vista al que llegamos, mediante un razonamiento intelectual, que nos hace llegar ver que muchas necesidades no son realmente necesarias.
Yo estoy convencido de que nuestra capacidad de gestionar inteligentemente nuestra voluntad tiene mucho poder y sería perfectamente capaz de controlar nuestras necesidades al 100% a excepción de las básicas que son necesarias para mantenernos físicamente con vida, a saber, come, beber, respirar etc. Aunque dicho control no es nada sencillo y hay varias cosas en juego, como por ejemplo el tema de energía, en concreto la energía de sentimientos (del que hablé algo en mi post No es el dinero lo que tiene valor, sino la energía de mi blog Titelo y su iceberg) que todos buscamos y que hace que existan ciertas necesidades ‘instintivas’ bastante importantes. Sobre este tema ya postearé mas adelante.
Si seguimos con la pirámide de Maslow, me aventuro a hacer otra observación: quizás esta pirámide casi se cumpla también para muchas especies animales, incluso hasta la necesidad del penúltimo escalón (necesidades de autoestima, autovalía éxito, prestigio) ya que en muchas comunidades de animales existe un líder. Líder que todos querrían (necesitarían) ser puesto que es el mas fuerte, al que mas le tienen medo, al que mas respetan, el que se lleva el mejor trozo de comida, el primero que aparea a las hembras, etc. Sin embargo creo que el último escalón (Necesidad de autorrealización, dar lo que uno es capaz) es exclusivo de hombre. Solo nosotros tenemos la capacidad de crear. Todos hemos oído que todo ser vivo nace, crece, se reproduce y muere. En el hombre falta algo: nace, crece, crea/destruye, se reproduce y muere. Evidentemente esta capacidad de crear/destruir se puede usar o no, de la misma forma que un ser vivo se puede reproducir o no. Quiero hacer notar que cuando digo crear me refiero por un lado a la capacidad de crear cosas muy complejas de forma intelectual que antes no existían incluso en el mundo físico, como por ejemplo una sinfonía y por otro lado a la voluntad de querer crear (o destruir) por el simple hecho de disfrutar de lo creado o de mejorar o de evolucionar lo creado (o desmejorar lo que queremos destruir), es decir que este impulso de creación/destrucción no provenga sólo de una necesidad mas básica (porque siempre proviene de una necesidad mas básica). Por ejemplo, el castor es capaz de crear una presa, pero lo hace de forma automática y aprendida y solo en respuesta a una necesidad mas básica. Esto se demuestra por ejemplo porque si el castor hiciese presas por el disfrutar de haber creado, no solo las haría de verdad, las haría en miniatura para adornar, en maqueta, y que de una forma simbólica representase a las de verdad.
La imaginación es lo que nos da la capacidad de crear a estos niveles. La imaginación nos ayuda a creer en lo que estamos pensando y una vez creemos en ello, entonces estamos en disposición de crearlo. La imaginación junto con la voluntad inteligente puede hacer de nosotros una potentísima maquina viva de creación y de ‘lucha contra los elementos’.
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Nota: Para poder clasificar por temas lo que voy escribiendo me he abierto un blog (Una piedra al aire) en Bitacorae en el que voy a ir posteando lo mismo que posteo aquí. Me mudaría completamente a Bitacorae pero tengo el problema de que solo admite un solo autor para postear y en Una Piedra al aire somos dos personas las que posteamos: Pat y yo. La dirección de mi blog Una piedra al aire en bitacorae es: piedralaire.bitacoras.com